por El Buitre el 20 de Mayo, 2012 - 20:24 h.
Hisimos un alliólio
entre yo y la Merensiana,
qu'es la higa más pequeña
de la quentil doña Paca,
que se lamieron los labios
los concurrientes en masa.
¡Qu'alliólio más chipén!
¡Qu'ovasiones mos pegavan
las comiensales al temps
que con grandisima grasia
por mor de lo muy picante
los morritos se llepaban!
¡Cómo llepaba la Pura!
¡Cómo llepaba la Encarna!
¡Que bien vino el alliólio
cuant las chuletas sacaban
Anábamos atmirados,
cuant mos vimos sosprenidos
por sospiros y queixidos
que mos dixaron chelados,
pos de dentro d'un cañar
de cañots tronchats y secos,
eixían unos chemecos
que m'hasían tremolar,
y a los dos, aborronados,
más arrugats qu'una chufa,
se mos despejó la bufa,
es miramos asombrados
y "¿Qué será?" mos dijimos.
"¿Vueles que mos amaguemos
y asina tot lo voremos?"
Y amagarmos desedimos.
y en los llépis asmolados
y moy alerta'ls oídos,
allí estábem achopidos
sin resollar, amagados,
procurant que no mos vieran;
y vimos deseguidita
qu'había una parellita
de novios... ú lo que foeran.
(D'hasd'aquí tot va moy llano,
la ploma firme y segura;
ara's fica la Sensura
con el llépis en la mano).
Ell, s'ancoentraba asientado
com si toviera calor;
todo pleno de suor,
muy royo y aspatarrado,
y ella s'estaba aponada
cara a d'él y en mocha grasia,
como si hasiera gimnasia,
el bras drecho meneyaba.
"¡Redeo!, piensé. Esos fabas
¿qu'es lo qu'hasen achopidos
ell amuellando queixidos
y ella pegando sacsadas?"
Ella, sin poder parlar
p'el cansamento, en apuro
desía: "Estando tan duro
da gusto de meneyar,
pero m'hase'l braso mal
de tanto sangolechar."
"Tú meneya sin parar,
que ya s'acuesta'l final."
Mosotros no respiramos,
y al oir con amosión
aquella perolasión,
com l'escarlata's posamos.
Seguimos sin resollar,
tremolando, y d'hasd'allí
aplegaba un chi-qui-chi
que mos hasía suar.
Ell li desia: "La baba
de gusto m'está caiguendo",
y ella, roya y sonriyendo,
asina li contestaba:
"¡Qué vespraítas tan boenas!
¡Este cañar es mi encanto!"
Y la sangre, mentras tanto,
mos socarraba las venas.
Y cuan más interesados
estamos Mineta y yo,
ella foé, s'alevantó...
y es quedamos asombrados.
Tant, que yo dijí: ¡Dimonio!
¡Quina pasá de bolero!
Ell sostenia un mortero
y ella hasía l'alliolio,
pa una torrá de peixitos
que tenían pa sopar
allí dins d'aquel cañar
aquellos dos tortolitos